Castillo, F (2010). Nos dice que Aunque
las personas son importantes para las organizaciones, en la actualidad han
adquirido una función aún más importante en la creación de ventajas
competitivas para la organización. De hecho, un número creciente de expertos
plantea que la clave del éxito de una organización se basa en el desarrollo de
un conjunto de competencias que la distinguen de las demás. El desarrollo de
estas competencias, si bien es un proceso complejo, y requiere un trabajo arduo,
proporciona una base a largo plazo para realizar las innovaciones y cambios,
desarrollo de productos y servicios y el logro de la misión.
Las organizaciones pueden lograr ventajas competitivas a través del personal si son capaces de satisfacer los siguientes criterios:
Las organizaciones pueden lograr ventajas competitivas a través del personal si son capaces de satisfacer los siguientes criterios:
1.-
Mejoran la eficiencia o eficacia de la organización. El valor aumenta cuando
los trabajadores encuentran medios para disminuir costos, proporcionar algo
único a clientes o usuarios, o alguna combinación de estos puntos.
2.- Sus habilidades, conocimientos y capacidades no están al alcance de la competencia.
2.- Sus habilidades, conocimientos y capacidades no están al alcance de la competencia.
3.-
Los demás no pueden imitar sus capacidades y contribuciones.
4.- Sus talentos pueden combinarse y desplegarse para trabajar en nuevas tareas en cuanto sea necesario.
4.- Sus talentos pueden combinarse y desplegarse para trabajar en nuevas tareas en cuanto sea necesario.
En las organizaciones e instituciones sin
fines de lucro, la ventaja competitiva se entiende como el cumplimiento de la
misión para la cual fue creada.
Es decir, una adecuada Gestión del Talento
Humano debe contribuir al logro de los objetivos de la institución, acercándola
a su visión.
La Gestión del Talento Humano moderna va más
allá de la Administración de las Personas, sino que está orientada a la Gestión
o Administración con las Personas. Este es el reto: lograr que las personas se
sientan y actúen como socias de la organización, participen activamente en un
proceso de desarrollo continuo a nivel personal y organizacional y sean los
protagonistas del cambio y las mejoras.
Para estar a la altura del nuevo rol que asume la gestión, los profesionales de RRHH o aquellos que desarrollan tal función, requieren también desarrollar cinco competencias claves.
Para estar a la altura del nuevo rol que asume la gestión, los profesionales de RRHH o aquellos que desarrollan tal función, requieren también desarrollar cinco competencias claves.
1.-
Conocimiento de la Organización. Entender los indicadores clave del éxito
organizacional que ilustren las relaciones entre la inversión del talento
humano y el impacto estratégico en la organización. El éxito de la gestión
humana no se mide mediante sus actividades, sino en los resultados
organizacionales. Cuando a los directivos de las organizaciones se les
especifica qué prácticas de talento humano podrían mejorar la calidad de la
gestión y qué resultados podrían esperarse, se muestran mucho más favorables a
invertir en el talento.
2.-
Puesta en marcha de prácticas de Talentos Humanos. Ser capaz de identificar qué
prácticas ofrecen una mayor rentabilidad respecto a la inversión, cuáles tienen
el mayor impacto estratégico o influyen más en los trabajadores.
3.-
Gestión cultural. Sabemos que lo que se puede medir se puede gestionar, pero
cabe añadir que lo que se mide también define la cultura de una empresa. ¿Por
qué? Porque describe lo que se valora. Por ejemplo, si una organización con
muchas quejas por parte de sus usuarios, se empeña en mejorar el servicio, para
que éstos sientan un trato cálido y rápido, tendrá que realizar este cambio
estratégico mediante un cambio cultural. Deberá orientar las estrategias hacia
el desarrollo de una competencia clave: orientación al cliente. Los
profesionales de RRHH serían los llamados a trabajar en equipo con las áreas
críticas y diseñar la mejora de los procesos. Asimismo, podría considerarse la
participación de los usuarios en los procesos de mejora, tanto en el
diagnóstico, como en las sugerencias y el diseño de las mejoras.
4.-
Gestión del cambio. Es importante estar en condiciones de indicar hasta qué
punto y a qué ritmo se puede implementar el cambio en las organizaciones. Los
sistemas de RRHH pueden ser obstáculos o posibilitadores de un cambio rápido en
la empresa. Los profesionales de RRHH deben comprender los factores que
influyen y la situación específica de sus organizaciones para poder responder
de manera apropiada a las demandas y problemas que surjan en el camino.
5.-
Credibilidad personal. Este punto es fundamental para la aceptación de su rol
como socio estratégico, debe ser coherente, capaz, digno de confianza y ejemplo
de lo que proclama. Los profesionales que posean además una competencia de
gestión estratégica del conocimiento serán cada vez más apreciados.
Por otro lado, conscientes de la realidad
de las instituciones y empresas públicas y privadas en América Latina, sabemos
que en algunos casos es difícil aplicar algunos de los conceptos modernos de
Gestión del Talento Humano, a pesar de ello, es necesario conocer y aprender de
las mejores prácticas que han llevado a otras organizaciones a potenciar el
desarrollo humano y estamos seguros de que es posible, en medio de las
dificultades y crisis en que vivimos, incorporar mejoras y desarrollar
herramientas nuevas de gestión.
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