Muchos
directores de organizaciones y de recursos humanos se han preguntado, más de
una vez, cómo lograr que una organización funcione perfectamente coordinada y
que todos sus colaboradores tengan un máximo rendimiento. La siguiente pregunta
siempre estaba a unos minutos de la anterior: ¿cómo puede, un empleado normal,
aprender o adquirir ‘eso’ que le hará más eficiente y productivo en su trabajo
diario?
La respuesta,
en los últimos años, siempre ha sido que una adecuada gestión de recursos
humanos podría solventar el problema y que, para ello, talentos humanos debería
ser una parte del negocio. Y así ha sido, nos hemos volcado en conocer el
negocio, las estrategias y la organización, Smart (2001) menciona que
Las grandes empresas no nacen, sino que se
hacen. El secreto estriba en contratar a los profesionales adecuados. Sin
embargo, está estadísticamente demostrado que la mitad de las operaciones de
selección de personal fracasan, pues nunca acaban eligiendo a la persona idónea
al puesto. Se debe de entender que todos los factores de una empresa son
importantes pero el principal de ellos es el capital humano el cual debe ser
administrado por medio de selección, capacitación y desarrollo en el puesto de
la organización sin embargo, seguimos pensando que nos falta algo.
Por otro lado Becker
(2002) citado por Cruz y Rojas. (2002) comenta en uno de sus más recientes
artículos, “la inversión en talento como valor de futuro”, define capital
humano que se entiende como “la inversión
en dar conocimientos, formación e información a las personas; esta inversión
permite a la gente dar un mayor rendimiento de productividad en la economía
moderna así aprovechando el talento de las personas”.
Realmente, nos
habíamos olvidado que cada persona es un fenómeno sujeto a la influencia de
muchas variables y, entre ellas, las diferencias en cuanto a aptitudes y
patrones de comportamientos son muy diversas.
Desde esta perspectiva, si las organizaciones se componen de personas, todas aquellas acciones que tengan por objetivo desarrollarlas, impactaran positivamente en la organización. En otras palabras, la gestión de recursos humanos se ha trasformado en la gestión del talento y ello es debido a que el enfoque con el que se observa la organización es ya diferente.
Desde esta perspectiva, si las organizaciones se componen de personas, todas aquellas acciones que tengan por objetivo desarrollarlas, impactaran positivamente en la organización. En otras palabras, la gestión de recursos humanos se ha trasformado en la gestión del talento y ello es debido a que el enfoque con el que se observa la organización es ya diferente.
Como lo indica
Guerin, Guilles y otros autores (1992). Esta nueva manera de ver la gerencia
está inmersa en la era de la
información, del conocimiento y la globalización, acompaña de vientos
huracanados de cambio político,
económico y sobre todo social.
No hay duda de
que muchos trabajadores por lo general están insatisfechos con el empleo o con
el clima organizacional imperante en un momento determinado. Ello se ha
convertido en una preocupación para muchos directivos dado que es evidente que,
con el paso del tiempo, estos puntos se hacen cada vez más importantes.
Todos los
directivos y mandos intermedios deben actuar como personas claves en el uso de
técnicas y conceptos de gestión de personal con el fin de mejorar la
productividad y el desempeño en el trabajo. Sin embargo, esto ya no es
suficiente: debemos usar las técnicas de gestión del talento con el fin de
obtener un impacto real en los resultados de la organización. El talento humano
proporciona la chispa creativa que, en cualquier modelo de organización, hace
que las ideas fluyan y que aparezca la innovación y el desarrollo empresarial.
El trabajo del
actual director de talentos humanos, es influir en la relación existente entre
una organización y sus empleados. El modo en el que esta relación evolucione
marcará la diferencia. (Ver esquema 1)
Esquema 1
Recursos o socias de la organización
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